El dueño del departamento donde vivía Fernando Sabag Montiel le preguntó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria qué podía hacer con las cosas de su ex inquilino y la respuesta fue que tirara todo porque el detenido no iba a salir nunca más.

El hombre hizo lo que le habían indicado y entre las cosas descartadas los vecinos encontraron un chip de la empresa Claro que podría o no tener información importante. Pero cuando fueron a entregarlo al juzgado recibieron una respuesta inesperada.

El sitio Perycia, que hizo una investigación, quiso entregarlo en el juzgado de María Eugenia Capuchetti, pero el secretario a cargo de la investigación lo rechazó: “Ya se recuperó la prueba necesaria”, mandó a decir a través un empleado.

Cristina Caamaño, ex fiscal y ex interventora de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), la consideró una deficiencia grave que ambos allanamientos hayan pasado por alto ese chip.

Las pertenencias del atacante de Cristina Fernández de Kirchner, junto a algunas de Brenda Uliarte, seguían desperdigadas en la calle frente al monoambiente de la calle Uriburu, en San Martín. 

La pregunta es por qué el juzgado descartó esta posible prueba en lugar de incorporarla a la causa y la única respuesta es que al parecer el juzgado quiere cerrar la causa lo antes posible. La querella debería cuestionar este proceder.