En busca de la reelección en Brasil, la presidenta Dilma Rousseff competirá en el balotaje con el socialdemócrata Aécio Neves, y ambos candidatos comenzaron la campaña electoral en busca de los votos de Marina Silva, menos de 24 horas después del cierre de la primera vuelta electoral.

En este contexto, Dilma brindó este lunes por la tarde, una conferencia de prensa en el Palácio do Alvorada de Brasilia, donde aseguró que el pueblo es el que deberá elegir “entre dos proyectos y gobiernos opuestos”.

“No es la primera vez que vamos a tener que elegir en Brasil dos proyectos opuestos y esos dos proyectos son prácticas de gobierno opuestas”, sostuvo la mandataria, y agregó: “No comparamos programas, comparamos gobiernos que presentaron propuestas opuestas en Brasil”.

Tras declaraciones que su ahora principal rival brindó por la tarde, la presidenta repasó las principales diferencias entre la política del Partido de los Trabajadores y la del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y disparó: “Cuando yo me refiero a los fantasmas del pasado, me estoy refiriendo a que no podemos volver al gobierno de Fernando Henrique Cardoso”.

“Antes de que estallara la crisis, quebró al país tres veces, con las tasas de interés más altas que prevalecen en Brasil después del Plan Real”, continuó Dilma en relación a la gestión de Cardoso, y dijo: “Además de eso todas las políticas sociales fueron realizadas para pocas personas”.

Como ejemplo, Rousseff mencionó a las escuelas técnicas federales y señaló que durante el gobierno de Fernando Henrique se construyeron solo 11 escuelas, mientras que en sus cuatro años de gobierno se construyeron 98, que sumadas a las 14 construidas en el período del expresidente Lula da Silva, suma más del 60 por ciento de las escuelas técnicas federales que hay en Brasil.

La Presidenta también hizo referencia al programa Pronatec (Programa Nacional de Educación Técnica) que incluyó la capacitación de miles de jóvenes y adelantó que si obtiene un nuevo mandato, ya hay aseguradas más de 2 millones de matriculas previstas para más jóvenes.

En relación al escenario electoral que dejó el resultado de las elecciones, Rousseff señaló que Marina Silva, su rival socialista que quedó tercera y denunció durante toda la campaña ataques del oficialismo, la llamó por teléfono y le dijo que ambas coincidían en querer un mejor Brasil “pese a las diferencias”.

En este sentido, 24 horas después del cierre de la primera vuelta electoral, los equipos de la Presidenta y el retador socialdemócrata iniciaron la campaña para el balotaje del 26 de este mes, en el que uno de los dos se quedará con el próximo mandato de Brasil.

Por este motivo, arrancaron los movimientos de ambos partidos, que incluyeron gestiones directas en procura del apoyo de Marina Silva, la candidata que quedó fuera de carrera pero obtuvo 21,3 por ciento de los votos válidos.

La dirigente ambientalista, que este lunes llamó a Rousseff y a Neves para felicitarlos pero no habló con ellos sobre la segunda vuelta, había advertido que condicionaría cualquier apoyo a un diálogo sobre su programa de gobierno.

Por otra parte, en el propio PSB las opiniones estaban divididas entre el apoyo a Rousseff que alienta el presidente del partido, Roberto Amaral, y la preferencia por Neves que sostiene el compañero de fórmula de Silva y jefe partidario en Diputados, Beto Albuquerque.

"No se puede hablar hoy de apoyo; los apoyos no dependen de una sola persona", dijo la mandataria, y agregó que estaba convencida de que los votos de quienes no eligieron a ella ni a Neves en la primera vuelta "se van a dividir" en el balotaje.

"Hay que dar tiempo al tiempo; estamos apenas en el día siguiente de la elección y es natural que las fuerzas políticas dialoguen para saber el camino que van a tomar", advirtió Neves.