El combate Narváez-García se iba a llevar a cabo el miércoles pasado pero, tras la noticia del deceso del progenitor del argentino, se decidió que la pelea se dispute este sábado.

Así que el chubutense debió superar la pérdida de su padre y defender su reinado por quinta vez en su casa, como él define al Luna Park, un escenario que lo vio ganador en sus siete presentaciones desde julio de 2002, cuando el escenario mayor del boxeo sudamericano le reabrió las puertas a la actividad.

En esa oportunidad, ante una multitud, Narváez conquistó la corona de los moscas de la OMB, al vencer por decisión, en brillante actuación, al nicaragüense Adonis Rivas.

El "Huracán" de Trelew (37 años), una vez terminada la pelea, miró al cielo para dedicarle el triunfo a su padre. El boxeador extiende durante 10 años de reinado, tanto en la categoría mosca como la inmediata superior (supermosca).

En su intento mundialista en la división gallo, Narváez vivió una experiencia negativa en octubre de 2011, cuando fue vencido por decisión unánime por el filipino Nonito Donaire -uno de los mejores boxeadores peso por peso-, en combate por el título ecuménico de los gallo en poder del boxeador oriental.

"El cuerpo todavía no me dijo basta. Tengo cuerda para seguir. Continuaré peleando, pese a que no tengo rivales que me puedan enfrentar", aseguró Narváez.

Narváez (36-1-2/ 19 KO) defendió la corona que ganó el 15 de mayo de 2010 cuando venció por decisión en fallo unánime, tras 12 asaltos, al nicaragüense Everth Briceño en el Luna Park.