Manda Boca
El campeón del fútbol argentino quiere repetir: bajó con autoridad a Estudiantes, le quitó el invicto, lo goleó 3 a 0 en La Plata y ya es el único puntero del torneo. Silva, que rompió la mala racha, Ledesma y Mouche, los goles.
Probablemente Boca no necesitaba una muestra de autoridad semejante, porque este equipo ya ha dado varias, pero qué bien que le viene... Y esta vez, la goleada tiene que ver con el desarrollo. Boca ganó, goleó y, por momentos, gustó. Y la mejor noticia es que lo hizo sin Riquelme en la cancha. O sea: hay variantes.
Estudiantes, el puntero, el único invicto del torneo, en La Plata, con las vueltas de Verón, la Gata Fernández y Enzo Pérez. Ahí fue Boca y contra ese rival entonado se hizo muy fuerte. Con la manera de defender de siempre y con una efectividad notable de los encargados de la parte ofensiva. Chávez como conductor, Silva como asistidor y goleador, Cvitanich peleando contra todos, Ledesma llegando como acostumbra y, cuando entró, Mouche letal. Estos fueron los argumentos de Boca en ataque. Y todos cumplieron.
Es verdad que la defensa de Estudiantes colaboró notablemente para que Boca abriera el partido. No supo despejar un lateral al área y Silva aprovechó para sacarse la mufa goleadora. Enseguida, Matías Sánchez perdió una pelota en su campo y Chávez, muy rápido y con buena visión, asistió para que Ledesma la clavara en el segundo palo con tres dedos.
Si Boca, salvo los accidentes de Independiente y Lanús, sabe manejar los partidos cuando se pone 1 a 0, con 2 a 0 casi se divirtió. Y cuando Estudiantes tuvo alguna para descontar, apareció Orión. Con Verón tratando de conducir pero sin la lucidez suficiente, el equipo que llegaba como gallito se fue desinflando y terminó a merced de un Boca que, con algo más de precisión y decisión, podría haber metido más de tres. Sin embargo, después del brillante pase de Silva que Mouche mandó a guardar, Boca ya sabía que la tarea estaba cumplida: bajó al puntero y, como premio, ahora es el que manda.