El cotejo inaugural de la serie definitoria se desarrollará desde las 22 de la Argentina en el AT&T Center de San Antonio, y televisará en vivo la señal de cable ESPN.

Esta final representará la revancha de la que se jugó el año pasado entre los mismos equipos. En la edición de 2013, los Heat fueron los vencedores de una de las finales más dramáticas que se recuerden en Estados Unidos. Por aquel entonces, Miami le ganó ajustadamente por 4-3 a los Spurs y retuvo el anillo que había conseguido el año anterior, cuando batió por 4-1 a Oklahoma City Thunder.

Recordemos que para llegar a esta instancia San Antonio superó por 4-2 a Oklahoma en la final de la Conferencia Oeste, tras lograr el sábado pasado una victoria 112-107 en tiempo suplementario, donde ‘Manu’ Ginóbili fue protagonista. En tanto, Miami clasificó tras dejar en el camino a los Indiana Pacers de Luis Scola por idéntico resultado.

Cerca de cumplir 37 años, el zurdo bahiense se muestra tan vigente como en Indianápolis 2002 o Atenas 2004, cuando condujo al seleccionado argentino a la elite del básquetbol mundial. Desde este jueves, 'Manu' intentará guiar a los Spurs a su quinto campeonato en la NBA.

Ante la lesión del base francés Tony Parker, quien podría jugar unos minutos a pesar de su molestia en el tobillo izquierdo, Ginóbili asumió la conducción en la franquicia texana y generó la reacción del equipo.

En Playoffs, el número 20 logra promedios estadísticos inusuales para jugadores que están en el final de sus carreras: 14,3 puntos; 4,1 asistencias; 42% en tiros de cancha y 38% en lanzamientos de triples.

Pero lo más importante es que el bahiense continúa esgrimiendo dentro y fuera de la cancha el “sentido colectivo” que caracteriza al equipo que dirige Gregg Popovich.

Como es sabido, la definición no será sencilla porque enfrente estará nada menos que Miami, el conjunto más dominante de los últimos años y que irá en búsqueda del tricampeonato.

Los Heat sustentan su poderío en la increíble capacidad atlética y en los fundamentos de juego del gran LeBron James, el corazón y la mentalidad ganadora de Dwyane Wade y las contribuciones de los internos Chris Bosh y Chris Andersen tanto en ataque como en defensa.

A todo ello, cuando el ataque explosivo y contundente de los Heat sufre una merma, los tiros exteriores del experimentado Ray Allen o de Shane Battier suelen aportarle soluciones.

Con estas cartas en el mazo, San Antonio y Miami prometen una definición equilibrada que puede prolongarse hasta el viernes 20, en caso de que todo se resuelva en un séptimo partido.

Hagan sus apuestas.