Duró muy poco la levantada de Miami, ya que tras un primer cuarto flojo, San Antonio se hizo el dueño del quinto partido y terminó bailando una vez más a su rival en el AT&T Center de Texas. Fue 104-87 para Los Spurs, que así lograron cerrar la serie final 4-1 y quedarse con un nuevo anillo de la NBA, el número cinco de su historia.

San Antonio venía de dar una lección de básquet en South Florida, y en su casa no iba a ser la excepción. Con un Emanuel Ginóbili en gran nivel, autor de 19 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias en 28 minutos, el local volvió a repetir el gran nivel para quedarse con la victoria consagratoria.

Miami, de la mano de LeBron James, arrancó con todo para intentar limpiar la mala imagen que había dado el campeón del 2013 en su casa. Llegó a estar hasta 16 puntos arriba en el primer cuarto, hasta que el local activó y no tardó mucho en revertir, para cerrar la primera parte ganando por 7 puntos de diferencia.

El máximo anotador en el quinteto dirigido por Gregg Popovich fue Leonard, quien antes de salir con 6 infracciones personales, dejó su marca de 22 tantos, 10 rebotes y 2 pases-gol, para ser elegido el "jugador más valioso" (MVP) de la final.

Por su parte, en los Heat se destacó casi en soledad LeBron, quien acumuló 31 unidades (17 en el primer cuarto) y capturó 10 rebotes. Fue el que más hizo para intentar levantar una final que estaba casi perdida.

De esta manera, San Antonio Spurs se vengó de la final pasada, y se consagró ante su público. Este título es el número cinco de los texanos, que se convierten en la nueva dinastía de la NBA -la cuarta, junto a Boston, Los Ángeles Lakers y Chicago- después de haberlos ganado en 1999, 2003, 2005 y 2007.

Además,  ‘Manu’ se alzó con su cuarto título personal. El argentino participó en cuatro de los cinco campeonatos de los Spurs, y así se convierte en una leyenda de la NBA.