James Larkin, consultor en el Hospital Royal Marsden y uno de los investigadores principales del tema en Reino Unido, dijo que "al tomar estos medicamentos se están quitando dos frenos del sistema inmune en vez de uno, por lo que el sistema inmune es capaz de reconocer tumores que no percibía antes y reacciona ante ellos destruyéndolos".

"Con las inmunoterapias, nunca hemos visto tasas de reducción del tumor en más del 50% por lo que esto es muy significativo. Esta es una modalidad de tratamiento que creo que va a tener un gran futuro para el tratamiento del cáncer", explicó a BBC.

El primer análisis de los datos recibidos se presentó a la conferencia de cáncer en Chicago, pero todavía no se pudo determinar cómo viven los pacientes a largo plazo."Esperamos que estas primeras respuestas resulten duraderas, pero en este momento no podemos decir", dijo Larkin.

En cuanto a los efectos secundarios, entre los más leves se encuentran fatiga, erupciones cutáneas o diarrea.

Sin embargo, Alan Worsley, de Cancer Research UK, explicó que “la combinación de estos tratamientos también aumenta la probabilidad de efectos secundarios potencialmente bastante graves”.

"Identificar qué pacientes tienen más probabilidades de beneficiarse será clave para utilizar nuestras mejores armas contra la enfermedad", agregó.

El ipilimumab se administra por vía intravenosa cada tres meses y cuesta alrededor de US$150.000 por un año. Nivolumab se suministra cada dos semanas hasta que deja de funcionar.

En paralelo, muchas compañías farmacéuticas están desarrollando medicamentos similares que tienen el mismo efecto sobre el sistema inmune.

Una de las pacientes inició el tratamiento experimental después de ser diagnosticada con melanoma en 2013, Cait Chalwin, de 43 años, aseguró que se siente “absolutamente increíble”.

"Me tomó mucho tiempo volver a la normalidad, sentir lo que sentía antes del diagnóstico, sin embargo creo firmemente que si el tratamiento no hubiera funcionado, no estaría aquí ahora”, explicó.