La Argentina es el mayor productor mundial de la planta que se usa para hacer el mate, del mismo nombre. La bebida es tan emblemática que en 2013 fue declarada "infusión nacional" por ley.

Pese a eso, donde más se toma mate es en Uruguay, donde toman el doble por habitante que los argentinos, según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).

"Tres estudios de control en América del Sur investigaron la asociación entre tomar mate y el cáncer de esófago", señala el trabajo.

El estudio del 91 realizado en el vecino país, mostró que "quienes beben mucho mate tenían cerca de diez veces más posibilidades de desarrollar cáncer que personas que no toman mate".

"En reglas generales, las investigaciones sobre el consumo de mate y el cáncer del tracto gastrointestinal superior sugieren una fuerte asociación", concluye.

Una vocera de la IARC dijo a BBC Mundo que "hay sugerencias de que la temperatura de la bebida, más que la planta misma o la forma en que es procesada, podría explicar la asociación que se observó entre tomar mate y ciertos tipos de cáncer".

Su conclusión fue poner al "mate caliente" en la categoría 2A -la más seria después de "cancerígeno" - y poner a la planta misma en el grupo 3.