¿Un loco?, se preguntaron los que vieron a aquel hombre desnudo, apenas ataviado con un par de soquetes blancos, que corría casi enajenado por las calles de Bariloche.

Pero no: no estaba loco aquel desconocido que, al trotecito, pedía ayuda a los vehículos que circulaban por el barrio. El hombre corría por su vida, perseguido por otro hombre que lo había hallado en su casa, teniendo sexo con su propia esposa.

El hecho ocurrió el sábado pasado, cuando un hombre salió a trabajar, como todos los días, pero retornó al hogar a media mañana, antes de lo previsto. Pero nada descubrió hasta la tarde, cuando notó que su pequeño perro ladraba mientras observaba debajo de su cama matrimonial.

La cosa es que el hombre miró debajo de la cama cuando quien allí escondía, el individuo con el que su esposa le había sido infiel, sólo atinó a salir corriente del dormitorio y de la casa con lo que llevaba puesto: un para de soquetes blancos.

Una vez en la calle, comenzó a correr desesperado, mientras era perseguido por el dueño del hogar destrozado por la infidelidad, quien blandía un temible machete, situación que fue fotografiada y grabada por los vecinos del barrio.

El perseguido logró zafar al subirse a un camión al que le había hecho señas, pero no así su auto, estacionado frente a la vivienda donde fue descubierto el entuerto, que fue destrozado por el marido engañado.

¿Cómo terminó la esposa infiel? Los medios locales todavía no publicaron nada al respecto.