La idea partió de la organización Canadian Women’s Foundation, quienes idearon una manera discreta y concreta de pedir ayuda. 

Es a través de la seña que la joven le hace a su amiga, y por su cara, parece que entiende de inmediato. 

La pandemia a nivel mundial llevó al encierro, y con esto, muchos casos de violencia doméstica que encrudecieron. 

De esta manera, cualquier mujer puede pedir ayuda a través de una videollamada, sea el contexto que fuere. 

Lo importante para el resto es saber de qué seña hablamos, para poder asistir o acudir por ayuda cuando una mujer lo pida.