El pedido que apuntaba a considerarlo un magnicidio fue realizado por la familia y buscaba que sea tramitado en la justicia federal. Ahora tras el fallo de la Cámara de Casación el expediente volverá a la jueza que estuvo a cargo del caso desde el día en que el cuerpo del fiscal fue hallado sin vida en el baño de su departamento.

El camino judicial arrancó en el fuero ordinario, luego por decisión de la Cámara de Crimen pasó a manos del Julián Ercolini, hasta que la defensa de Lagomarsino apeló esta decisión.

Los abogados del colaborador del fiscal, Gabriel Palmeiro y Martín Chasco, sostuvieron que su defendido tenía derecho a ser juzgado en un "plazo razonable" y que la causa lleva 15 meses de investigación por los planteos dilatorios que formularon los propios querellantes.

En su resolución, la Cámara de Casación Penal consideró que aún no hay pruebas suficientes para aseverar que el fiscal general del caso AMIA fue asesinado o inducido al suicidio.

También consideraron que desde la causa pasó al fuero federal "no se hizo ninguna medida de prueba, sólo se digitalizó para buscar palabras y poder hacer una lectura más rápida".

"De momento, no es posible aseverar, con fundamentación razonable, que la muerte del fiscal Natalio Alberto Nisman haya sido consecuencia de la conducta de un tercero", indica el fallo que lleva las firmas de los jueces Mario Magariños, Daniel Morin y María Laura Garrigós de Rébori.