La carta de Juana tomó relevancia por estos días, cuando se supo que el violador, Rubén Galera, de 35 años, violó a una joven de nombre Josefina en una parada de colectivos de la ruta 11.

Eso no habría ocurrido si el juez de Ejecución Penal Nº2, Juan Galarreta, no hubiera decidido dejar en libertad a Galera, quien había sido condenado a 16 años y medio de cárcel.

Pero en julio de 2014, este juez decidió abrir las puertas del penal de Batán al violador de Juana, por "buena conducta", quien andaba libre a pocas cuadras de la casa de su víctima.

La violación de esta mujer ocurrió cuando tenía 16 años, en Miramar, donde el atacante la sometió, la torturó y la violo por más de seis horas cuando solo era una jovencita.

Luego de su nuevo ataque, la mujer expresó: "Meses de lucha para que esto vuelva a pasar, ahora Galera es culpable, pagará, pero Galarreta lo es igual, él sabía que lo estaba dejando afuera y no le importó, lo soltó cerca de mi casa".

Justamente ahora, se conoció la fuerte carta que Juana había escrito a este juez, al enterarse que Galera había quedado en libertad:


"Señor juez Galarreta, me dirijo a usted con respeto porque soy educada, no porque le tenga respeto. Yo fui violada y torturada 6 horas dentro del Vivero de Miramar por el condenado Rubén César Galera, al cual usted le dio la libertad condicional sabiendo aún que intentó abusar sexualmente de una radióloga dentro del Penal de Batán.
Yo le cuento un poquito porque seguramente para darle la libertad y ponerme a mí en peligro largándomelo a cuadras de mi casa no debe haber leído ni un poquito de lo que esta bestia hizo conmigo. Me torturó, me violó muchas veces, me lastimó, me cortó, me psicopateó, me recontra cagó a palos y me dejó tirada en un arroyo y lo resumo porque me hizo millones de cosas más.
Continúe con mi vida y traté de poder aliviar el dolor de mi alma. Hoy está suelto caminando como si nada hubiese hecho, estuvo en el balneario donde concurro yo y una de mis primas tuvo que salir corriendo al verlo.
Me enteré hace dos meses que él estaba por salir y aunque a usted no le importe también le cuento que desde ese entonces estoy con principio de anorexia, me desmayo, vomito y no quiero salir de mi casa. Tomo antidepresivos todo el día por todo lo que me genera que él esté en mi pueblo.
Espero su respuesta si tiene un poquito de dignidad, hasta luego y ojalá nunca tenga que vivir esto de cerca".