Como si fuera una serie de televisión o una película, el plan para la fuga del penal de Ezeiza del capo narco rosarino Lindor Alvarado fue frustrada este viernes.

Según informaron los investigadores, el plan para ayudar a escapar a Alvarado llevaba más de seis meses e incluía un helicóptero, que había sido comprado en el exterior.

La aeronave -un Robinson 44- fue secuestrada gracias a información de inteligencia criminal obtenida por la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA, con la colaboración de las Direcciones de Seguridad y de Inteligencia Penitenciaria del SPF, y la PROCUNAR. 

Los narcos planeaban “extraer” con el helicóptero a Alvarado de la zona de recreo del penal pasadas las 14.30 para luego llevarlo a la localidad bonaerense de General Rodríguez.

Fuentes judiciales confirmaron a Télam que los investigadores trabajaron bajo las órdenes del juez federal de La Plata Ernesto Kreplak y de los fiscales de la Procunar Diego Iglesias y de Cecilia Incardona. 

El 3 de junio pasado, Alvarado fue condenado a prisión perpetua por un tribunal que lo encontró penalmente responsable de liderar desde la cárcel una asociación ilícita dedicada a cometer en Rosario homicidios, extorsiones, amenazas y balaceras a edificios judiciales, entre el 2012 y 2018. 

Según ese veredicto, el jefe narco fue quien ordenó en 2018 el secuestro y asesinato del prestamista, Lucio Maldonado.