La lava que avanza sobre Palma se acerca peligrosamente al mar y como la lava está a 1200 grados y el mar a 20, en el momento del contacto expulsaría una gran cantidad de dióxido de carbono y otros gases que harían que el aire se vuelva irrespirable.

Cuando en 1971 el mismo volcán tuvo actividad se había vivido como un lindo fenómeno ya que no destruyó nada.

Las autoridades del lugar se enfocan en el día después de cuando el volcán vuelva a calmarse, cosa que no se sabe a ciencia cierta cuándo sucederá. Por lo pronto la mayor parte de los habitantes de la isla tuvieron que ser evacuados.

La buena noticia es que gracias a la velocidad de reacción de las autoridades al menos hasta el momento no han tenido que lamentarse víctimas fatales.