Esta madre se queja de que su hijo tenga educación sexual, se queja de que le expliquen cuestiones de género y sexualidad y se niega a que le enseñen cómo se usa un preservativo. Ella habla de un video pornográfico cuando en realidad es un instructivo para ponerse un preservativo y cree que porque su hijo vea un pene se va a volver homosexual, como si eso tuviera alguna carga negativa.

Claramente el mensaje de que la educación sexual es el mejor método para evitar embarazos no deseados o que la diversidad sexual y de género es algo con lo que el mundo convive hace tiempo y que no debe ser discriminado, no es entendido por todo el mundo.

Pero lo más grave tal vez es que la opinión de esta señora es apañada por un periodista anti derechos que militó en contra del aborto seguro, legal y gratuito y que incluso dio como alternativa al aborto mayor educación sexual. Ahora, Mariano Obarrio parece haber cambiado de opinión. Además de querer que el aborto siga siendo ilegal y clandestino con los peligros que eso conlleva, milita porque haya cada vez menos educación sexual en las escuelas.

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