La bronca de los testimonios no sorprende, pues hay barrios de la Ciudad que acumularon hasta siete días consecutivos sin suministro de energía eléctrica. La ciudadanía entendió aquellos anuncios de "sinceramiento" encarados por el ministro Juan José Aranguren como la contrapartida de un esfuerzo por mejorar la calidad de servicio, pero en dos años de intensos golpes al bolsillo del usuario la cantidad de afectados por los cortes aumentó.

El disgusto también encuentra motivos en las cuentas de las prestadoras. Cuando inició el gobierno de Mauricio Macri, estas empresas privadas eran deficitarias y llevaban años sin invertir para mejorar o ampliar su alcance. Dos años después de la declaración de la "emergencia eléctrica" las prestadoras dieron vuelta por completo su realidad gracias a los aumentos permitidos por la administración de Cambiemos, pero su inversión continúa sin dar resultados a los vecinos.