Guillermo Moreno aparece poco en el video, y lo hace bebiendo de una 'jarra loca' en medio de una marcha. Toda una declaración estética y política hacia donde está dirigida la comunicación de su campaña.

El resto es un extrañísimo paseo por un supermercado de una chica joven que baila, un muchacho con guantes de box (¿?), y otro disfrazado de dinosaurio (¿¿¿???), todos moviéndose bajo el ritmo de una canción que habla de los precios y el peronismo.

Más bizarro no se consigue, superando los spots de Florencio Randazzo, lo cual es mucho decir.