Con el cambio de gobierno, el próximo 10 de diciembre, el Frente para la Victoria (FpV) contará en Diputados con el bloque mayoritario -de 98 legisladores propios- contra los que tendrá el radicalismo, el PRO y la Coalición Cívica, que suman 91. En el Senado el FpV contará con 41 senadores propios, mientras que Cambiemos alcanzará apenas los 15.

El otro factor que complica las posibilidades de que Cambiemos pueda conseguir mayorías es que doce de los gobernadores también responden al kirchnerismo, mientras que el líder del Pro colocó a sus hombres en apenas cuatro provincias.

En ese contexto, los DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) son un camino simple para imponer medidas. Y los antecedentes sobre el uso que Macri imagina para dicha herramienta no son alentadores: en 2013, el "Régimen de Defensa de la Libertad de Expresión de la Ciudad" -también llamado ''decreto Clarín''- el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad protegió en su ámbito los intereses del multimedio.

Un DNU es una norma que aunque es sancionada de forma directa por el Poder Ejecutivo, cumpliendo con los ejes de necesidad y urgencia, tiene validez de ley. Pero una vez promulgado el DNU, el Congreso debe analizarlo y determinar si continúa vigente o no.

Entre los temas en que estaría interesado en decretar unilateralmente, figuran un una directiva de aumentar recursos, personal y decisiones estratégicas contra el narcotráfico, de manera extraordinaria.

También intentaría modificar algunos artículos de la Ley de Medios para que Hernán Lombardi pueda asumir al frente del Sistema Nacional de Medios Públicos, en lugar del actual director, Tristán Bahuer, cuyo cargo vence recién en 2017.

Los DNU, según los presidentes que pasaron

Carlos Menem firmó 574, Fernando de la Rúa utilizó esa herramienta 73 veces y su sucesor, Eduardo Duhalde, la usó 154 oportunidades. Ninguno de estos casos pasaron por el Congreso Nacional para ser ratificados, incumpliendo así lo que manda la Constitución Nacional.

Los DNU que firmó Cristina de Kirchner sí cumplieron con el trámite legislativo para ser ratificados por el Parlamento. Mientras que en sus ocho años de gobierno, la mandataria dictó solo 29 entre designaciones ministeriales y pagos de deuda.