La foto merece al menos una explicación de por qué María Eugenia Vidal se reunía con Lilita Carrió y con el operador judicial y prófugo Pepín Rodríguez Simón, en la casa de Julio Conte Grand.

Habrá que ver la excusa que pondrá ahora la gobernadora para explicar por qué se reunía con el jefe de los fiscales de la Provincia que dirigía, con un operador judicial y una diputada que era la que terminaba haciendo las denuncias que le indicaba esa mesa judicial.

Tal vez la ex orgullosamente bonaerense volverá a decir que se trataba de una reunión de trabajo, turbia por cierto.