Agites tribuneros, vociferaciones para la prensa, hijos que agredían con comentarios homofóbicos. A su llegada al poder Jair Bolsonaro salió a jugar un partido violento contra Alberto Fernández, a la altura de su cantinela autoritaria y de ultra derecha.

Pero lo cierto es que, más allá de los efectos positivos que pueda haber tenido con su electorado, rivalizar de esa manera con los líderes progresistas de la región no lo favoreció para nada. Es por ello que el presidente de Brasil no tuvo opción que no sea la de volver a los carriles lógicos del diálogo. 

La foto que Bolsonaro le 'robó' a Alberto en Los Ángeles

En la cumbre de las Américas que se realiza en Estados Unidos, el jefe de estado brasileño buscó la oportunidad de mostrarse cerca de Alberto Fernández y sonreír para la foto. Con barbijo puesto y lejos de su actitud de rebelde adolescente con los cuidados sanitarios, el mandatario logró la foto de reconciliación que quería. 

Según informaron fuentes de Casa Rosa, Alberto concedió la foto sin mostrar rencor luego de la catarata de odio y desprecio vertida por Bolsonaro. Después de todo, el amor de los pueblos y la necesidad de cooperación va más allá de la facción reaccionaria que, por ahora, gobierna Brasil.