En el encuentro organizado por “Argentinos por la Educación” en el museo Bellas Artes, Soledad Acuña se metió en un berenjenal cuando habló de “populismo educativo”, dando pie a Juan Grabois a desgranar la diferencia que encuentra con el “populismo punitivo”.

Partiendo de ese eje cuestionó que los funcionarios no envíen a sus hijos a escuelas públicas y se escandalizó con el estado de los establecimientos educativos de la Ciudad, cuya responsable es la propia Acuña, quien no tuvo respuestas para los argumentos presentados.