La semana pasada, se conocía la declaración jurada del Presidente, de la que se desprendía que había duplicado su patrimonio en un año y que era titular de una millonaria cuenta en Bahamas.

Horas después y durante un acto público, dijo: "Hay miles de millones de dólares de argentinos que están en el exterior, que se los llevaron porque no confiaron en el Estado. Nosotros queremos decirles que nos acompañen repatriando estos fondos".

Si le sumamos que en el marco del escándalo desatado por los Panamá Papers Mauricio Macri negó tener sociedades off shore o cuentas en paraísos fiscales, la mentira y el cinismo se hicieron públicos y metieron al mandatario en una espiral de presiones políticas de la que ahora intenta salir.

Por eso, este lunes y en diálogo con los periodistas acreditados de Casa Rosada, el Presidenta anunció a los casi 18 millones que tiene en una cuenta en Bahamas que "ya he dado la orden al administrador de que radique el ahorro que tengo en la Argentina".

Así, otra mentira quedó al descubierto: Macri había anunciado con bombos y platillos que había puesto toda su fortuna en un fondo ciego al que, según sus propias palabras, no podía acceder. Sin embargo, accedió fácilmente dando una simple "orden al administrador" de ese fondo.

"Una mentira tapa a la otra", dice el dicho popular, pero en el caso del Presidente ocurre lo contrario: una mentira destapa otra...