El invitado de Sobredosis contó que estaba viendo a Hilda Lizarazu en Niceto y recibió un mensaje de su amigo Pedro Saborido que sólo decía “tranqui”.

En su momento no lo entendió pero después le llegó un mensaje de su productora contándole lo sucedido por lo que no pudo más que irse a su casa y cuando llegó se puso a llorar.

El músico, que contó que fue criado en una casa gorila, consideró que toda esta escalada de odio comenzó en realidad con la piedras frente al Congreso y que en realidad todo eso le huele a “servicios”. Muy parecido a lo que parece haber pasado con Sabag Montiel.