Anthony Stallard, de 24 años, se emborracho con otro amigo, y no tuvieron mejor idea que entrar al cementerio de Portsmouth, Inglaterra, para jugar fútbol sobre las tumbas y asustar a los vecinos.


Según informó la policía, Stallard profanó la tranquilidad del cementerio, pateando la pelota contra los tumbas y utilizando lenguaje ofensivo.


Por su parte, Stallard admitió que se hizo pasar por un fantasma y que se arrepiente de haber causado angustia a muchos de los vecinos, así como aquellos que en ese momento visitaban las tumbas de sus seres queridos.


La abogada de Stallard, Denise Saunders, indica que su cliente ya aceptó su falta pero indicó que si su comportamiento hubiera tenido lugar fuera del cementerio, no habría sido considerado "inapropiado". "El está arrepentido y lo demuestra con sus declaraciones", argumentó Saunders.


Las autoridades informaron que el joven cometió el hecho mientras se encontraba en libertad condicional por 12 meses, debido a un caso de acoso.


De esta manera, la condena de Stallard acumulará otros tres meses de libertad condicional y el pago de una multa por un total de 75 libras. En caso de cometer otro delito, podría pasar hasta cuatro meses en prisión.