Su nombre es "Fire Challenge", una nueva y peligrosa tendencia entre los jóvenes estadounidenses, que consiste en rociarse con alcohol para luego prenderse fuego. Esta práctica ya dejó a muchos heridos graves por las quemaduras, y lo peor es que cada vez se viraliza más a través de las redes sociales.


Bajo el hashtag #firechallenge se pueden encontrar una gran cantidad de videos de jóvenes que se esparcen alcohol por su cuerpo para luego prenderse fuego. La mayoría de los adolescentes lo hacen pensando que no habrá ninguna consecuencia, ya que en los videos no muestran las quemaduras que surgen luego ni las visitas a los hospitales de los afectados.


La agencia AFP informó ya de un joven que tuvo quemaduras de segundo grado en la cara, el cuello y la cadera después de haberse sometido al Fire Challenge.