El pasado mes de julio, el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, aprobó un recorte de más de 300 millones de euros en las subvenciones estatales para los gobiernos locales.

El alcalde de Frontignan, el socialista Pierre Bouldoire, decidió llevar su protesta a un nuevo nivel y puso a la venta- de manera figurada- nada más y nada menos que el propio edificio del ayuntamiento, un cine y una escuela por un total de 2.5 millones de euros. 

En declaraciones al periódico francés Le Figaro, Bouldoire  asegura que la idea “es desafiar a Macron en lo que hace, llamando la atención de los ciudadanos”.

Un alcalde puso a la venta su ayuntamiento como forma de protesta contra Macron

Además de la reducción de las ayudas estatales, el alcalde denuncia la congelación de los puestos de trabajo públicos de la ciudad, que afecta a 86 empleados municipales de Frontignan y que se suma a las tensiones por la nueva flexibilización laboral propuesta por el Gobierno.