La revocación de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (en inglés, Patient Protection and Affordable Care Act, abreviada PPACA), que se popularizó bajo el nombre de Obamacare, es la meta principal de los republicanos en el Congreso y del presidente electo Donald Trump.

Antes de terminar su mandato, Obama se mostró visiblemente preocupado ante esta posibilidad e incluso mantuvo una reunión con los demócratas del Senado. Sin embargo, tras siete horas de tensión y con  51 votos a favor y 48 en contra los senadores decidieron dar el primer paso hacia la revocación del plan de salud. 

Incluso, en el día de ayer, Donald Trump señaló en su primera rueda de prensa que el ObamaCare era "un desastre" y que los estadounidenses "van a estar orgullosos" del nuevo programa de salud que planean lanzar los republicanos. 

"Cuando los partidarios del ObamaCare forzaron su ley parcial en nuestro país, prometieron un sistema fácil de usar; que reduciría las primas y los costos extra de asistencia médica; que fomentaría la elección y permitiría a las familias mantener los planes y médicos que les gustaban", afirmó el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell pero según él perjudicó a "demasiadas personas".