“Según nuestras reglas de la Unión Europea sobre pesticidas, el glifosato no puede ser autorizado porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha definido como una posible causa de cáncer”, planteó la eurodiputada verde Rebecca Harms que junto con otros políticos pidieron que se realicen estudios clínicos para comprobar la presencia del veneno en orina. 

Organizaciones de ecologistas, agricultores y consumidores de toda Europa se manifestaron en contra de la aprobación por casi una década en el uso del pesticida. Francia, Italia, Suecia y los Países Bajos son los que más se opusieron  a la renovación en su uso. 

El glifosato es el herbicida más utilizado en el mundo especialmente por su uso extendido en  agricultura y jardinería aunque diversos estudios médicos demuestran que tiene efectos altamente nocivos para la salud.