Luego de que en noviembre se aprobara la adopción de menores entre parejas del mismo sexo, la Corte Constitucional falló seis votos a favor y tres en contra para la aprobación del matrimonio igualitario. 

De esta manera, en un claro golpe al sector más conservador del ámbito judicial y social, el máximo reconoció el matrimonio civil para personas del mismo sexo que , hasta ahora, sólo podía hacerse ante un juez bajo el rótulo de unión solemne.

Este tipo de uniones habían generado un vacío en términos de derechos y obligaciones y movilizó al colectivo y organizaciones LGTBI para obtener la misma situación legal que los matrimonios heterosexuales. 

Si bien se esperaba que el el Congreso de la República legislara al respecto, el plazo que le dio la Corte Constitucional para hacerlo venció y terminó tomando la decisión de habilitarlo legalmente.