En su paso por Chile y Perú, Francisco tuvo algunos momentos más que polémicos. Primero se refirió al escándalo  trasandino del Obispo de Osorno, Juan Barros, denunciado por encubrir abusos en la Iglesia. El Papa fue tajante: "No hay ninguna prueba" y generó escozor en la sociedad chilena. 

Francisco respondió molesto: “El día que presenten una prueba contra el obispo Barros hablaré. No hay ninguna. Todo es calumnia. ¿Queda claro?”.

Luego, en Perú comparó a las monjas con terroristas del sanguinario grupo Sendero Luminoso y también provocó un revuelo. Ahora, de regreso al Vaticano, el líder de la Iglesia católica repensó algunos de sus dichos. 

En el vuelo, frente a periodistas de todo el mundo, Francisco pidió perdón por haberse expresado de ese modo y corrigió la palabra “prueba” por “evidencia”.

“La palabra prueba me traicionó. Sé que hay mucha gente abusada que no puede traer una prueba, no la tiene. O la tiene, y lo tapa por vergüenza. El drama de los abusados es tremendo. La palabra no era la mejor para acercarme a un corazón dolorido. Pido perdón, la palabra ha herido a tantos abusados. […] Sé lo que sufren y escuchar que el Papa te dice que le lleves una prueba, es una bofetada. Y ahora me doy cuenta que mi expresión no ha sido afortunada. Entiendo el incendio que se ha creado. Pero Barros se quedará ahí si yo no tengo evidencias, y hay muchas maneras de llegar a evidencias. ¿está claro?”", apuntó Francisco.