"En el interés de la ley y el orden, asumimos los poderes", dijo el jefe del Ejército tailandés, Prayuth Chan-Ocha, por medio de un mensaje televisivo transmitido al país, y pidió a los ciudadanos que "permanezcan en calma y continúen con sus quehaceres diarios".

El martes, el ejército había impuesto la ley marcial, aunque señalaba entonces que "declarar la ley marcial no constituye un golpe de Estado, sino que tiene por objetivo restaurar la paz y el orden público".

Sin embargo, este jueves los jefes militares decidieron blanquear la situación y formalizaron el golpe, tras el cual se están produciendo detenciones a líderes y referentes de las protestas que se suceden desde hace meses, en las cuales ya fallecieron al menos 28 personas.

Las fuerzas armadas tailandesas protagonizaron ya 18 golpes de Estado desde el establecimiento de la monarquía constitucional, en 1932.

La última vez fue en 2006, cuando derrocaron al entonces primer ministro Thaksin Shinawatra –quien se encuentra en el exilio–, lo que provocó una crisis que continúa hasta hoy y desembocó en este nuevo golpe.