Cuando salió a la luz el vínculo entre el mandatario y la becaria de la Casa Blanca, la administración Clinton se convirtió en un infierno: puso al borde del precipicio a los demócratas y el propio presidente tuvo que reconocer el vínculo.

Además, la propia Lewinsky fue quien, una vez hecho público el asunto, admitió que su relación con Clinton consistió simplemente en practicarle sexo oral en el despacho Oval de la Casa Blanca. Nada más y nada menos.

Ahora, cuando pasaron casi dos décadas, la mujer se muestra dispuesta a contarlo todo. Para este jueves, está prevista la publicación de la carta completa que escribió Lewisnky a la revista estadounidense Vanity Fair.

Allí, la exbecaria dice que "mi jefe se aprovechó de mí, pero yo siempre me mantendré firme en este punto: se trataba de una relación consensuada". Luego advierte que "cualquier 'abuso' se produjo en el período posterior, cuando se hizo de mí un chivo expiatorio para proteger su posición de poder".

En ese sentido, afirma que "la administración Clinton, sus fiscales especiales amigotes, los operadores políticos de ambos bandos y los medios consiguieron marcarme. Y esa marca permaneció, en parte porque fue imbuida con poder".

"Me arrepiento profundamente de lo que pasó entre yo y el presidente Clinton. Déjenme repetirlo: Yo. Personalmente. Profundamente. Arrepentida. De lo que. Sucedió", escribió la becaria más famosa.