Fue solo un susto. Cuando finalizó el debate televisivo entre Dilma Rousseff y Aécio Neves, la mandataria brasileña se descompensó, aunque luego tranquilizó a todos y aseguró que se sentía “muy bien”.

“Tuve una ligera caída de presión, pero estoy muy bien; quiero agradecerles a todos la preocupación”, escribió la propia mandataria en su cuenta de Twitter.

Mientras concedía una entrevista periodística luego del debate, Rousseff pidió un momento para sentarse. “Llegó a decir palabras sin sentido y tuvo dificultades para concluir su raciocinio en la entrevista en la que se sintió mal”, describió la agencia de noticias EFE.

Desde el mismo medio aseguraron que Dilma “aceptó proseguir luego de descansar sentada por unos tres minutos y beber un vaso de agua”.

Del mismo modo, indicaron que fue la propia Rousseff quien admitió en el momento que se sentía mal y que tenía la presión baja, tras el duro debate en el que ambos candidatos cruzaron duras críticas y acusaciones.