El hecho ocurrió a menos de 48 horas de la fastuosa fiesta de casamiento, que incluyó besos y lágrimas de emoción: en la tarde del domingo en el country Santa Bárbara, en Talar de Pacheco, donde se encuentra la vivienda que Wanda comparte con su nuevo marido.

Según el acuerdo que habían suscripto los ex sobre el régimen de visitas y tenencia de los hijos que ambos comparten, los tres iban a participar del casamiento, pero el domingo la niñera debía llevárselos a su padre.

Por la mañana, Wanda se comunicó con Maxi para avisarle que no se los entregaría porque la niñera se había enfermado y en ese instante se desató la furia del delantero de la Sampdoria.

Así, el jugador concurrió a la casa de Pacheco para buscar a sus hijos y, como aun tiene el código de acceso, pudo ingresar a la vivienda, donde se topó con Wanda. Allí comenzaron los insultos y hasta hubo empujones entre López y su examigo, quien lógicamente salió a defender a su flamante esposa.

Todos terminaron en la comisaría de Troncos del Talar y allí se volvieron a cruzar, mientras la blanda mediática realizaba la denuncia por violación de domicilio y violencia de género.

Apenas un capítulo más en este novela que promete no terminar muy bien.