Finalmente, la Corte Suprema de los Estados Unidos se pronunció por rechazar la apelación que presentara el gobierno argentino tras el fallo del juez Thomas Griesa.

En su fallo, el juez neoyorquino favoreció a los fondos buitre al pretender que la Argentina pague bonos 'defolteados' por el valor nominal de los mismos; es decir, más de 1.300 millones de dólares.

Tras el rechazo, entonces, el expediente vuelve al propio Griesa, quien deberá pronunciarse en definitiva sobre el destino de esos bonos en manos de holdouts; presumiblemente, el juez ratificará su decisióna favor de los fondos NML, Aurelius, Blue Angel y otros más pequeños.

No obstante, debe tenerse en cuenta que el juez habló días atrás de la posibilidad de una salida negociada. Otra opción para el gobierno argentino es cambiar el lugar de pago a los bonistas, de Nueva York a Buenos Aires.

Como consecuencia de esta decisión del supremo tribunal norteamericano, todos los tenedores de bonos, aún aquellos que entraron en las dos reestructuraciones de la deuda externa argentina, podrían reclamar ante los tribunales el pago total de sus bonos en idénticas condiciones que los buitres.

Según la agencia Bloomberg, el rechazo de la Corte es una victoria para los holdouts encabezados por el de Paul Singer, quienes se negaron a ingresar a las reestructuraciones de deuda realizadas por el gobierno nacional desde que se declarara el 'defolt', en 2001.

El fallo de la Corte: