El fondo especulador NML Capital que administra Paul Singer -uno de los llamados fondos buitre- solicitó al juez de Nueva York Thomas Griesa, que apure la ejecución de la sentencia a favor de los los acreedores que no entraron en ninguna de las dos reestructuraciones de deuda argentina, tras el rechazo de la apelación argentina ante la Corte Suprema de los Estados Unidos.

Los holdouts presionaron al juez para que levante rápidamente la medida cautelar que protege a la Argentina, con el objetivo de que el próximo 30 de junio, cuando el país tenga que girar el pago de un cupón, quienes ganaron el juicio puedan cobrar sus acreencias impagas junto al pago previsto a los acreedores regulares.

"La Corte más importante de Estados Unidos ha hablado. Ahora es hora de que Argentina honre sus compromisos con sus acreedores con lo que se beneficiará tanto a los tenedores de bonos como a la economía del país en su emplazamiento internacional", señalaron los voceros de Singer.

Con el rechazo de Griesa, el magistrado evitó pronunciarse ante dos cuestiones polémicas en el caso: definir si un país incumple con la cláusula de pari passu -que obliga al tratamiento igualitario de los acreedores- si hace pagos periódicos de intereses a quienes aceptaron entrar al canje de deuda mientras no paga nada a quienes rechazaron la reestructuración del pasivo (desde el 2005 Argentina cumple con los pagos establecidos) y determinar si una corte de distrito como el juzgado de Nueva York a cargo de Thomas Griesa puede ordenar que se disponga de bienes de un país para que se pague a los holdouts aún cuando dichos activos están amparados por el Acta de Inmunidad Soberana.

Ante la presión ejercida por el fondo que dirige Singer, Griesa dejó firme la sentencia que beneficia a los holdouts con dos resoluciones posibles. Una posibilidad es la entrada en vigencia de la medida, mientras que también queda la chance de acordar una solución entre las partes.