Leonardo Cositorto se convirtió en un emblema de las estafas piramidales con criptomonedas en el país, y son pocos los que se animan a hacer una defensa de su accionar.

Si bien Antonio Laje no lo defendió abiertamente, al criticar el poco control que se puede hacer sobre las monedas virtuales -utilizadas por el narcotráfico y otros delitos para hacer transacciones difíciles de detectar- englobó en un solo movimiento a todas.

El encargado del cibercrimen de la Policía Federal, Adrián Acosta, marcó la diferencia entre las consolidadas en el mercado y las que surgen como estafa -entre las que incluyó a Generación Zoe- pese a que Laje insistía en ponerlas en el mismo escalón.