A fines de febrero comenzaba el desguace de Atucha, con 600 telegramas que recibían supervisores, capataces, administrativos y técnicos de todas las empresas contratistas que trabajan para la central nuclear.

Ahora se sabe que, paralizadas las obras por decisión del Gobierno Nacional, las cinco empresas contratistas a cargo de la planta prevén un recorte de personal que se efectivizará a fin de este mes, con el despido de 1.800 trabajadores.

Se trata de la consecuencia de una decisión política general del gobierno de Mauricio Macri: ajustar donde sea... Por ejemplo, paralizando la obra pública de gran envergadura. Así busca 'ahorrar' dinero para pagar a los buitres.

De hecho, como Atucha III están las obras de las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner, en Santa Cruz, todas virtualmente paralizadas. En idéntica situación están las obras de la central termoeléctrica de Río Turbio, donde ya se perdieron más de 900 puestos de trabajo.