“Fuimos demasiado ingenuos”, la frase sobrevoló el clima político y económico de la Argentina en las últimas horas, después de que el portal Fortuna Web y el diario Perfil en su versión papel, ambas redacciones cercanas a la gestión macrista, dieran a conocer esa definición.

“Nos reuníamos con empresarios, inversores, locales y del exterior. Todos nos prometían inversiones por doquier y millones de dólares. Nosotros los veíamos convencidos y nos convencían. Fuimos demasiado ingenuos”, expresa la publicación especializada en temas financieros, adjudicándole el "sincericidio"  a uno de los colaboradores de mayor confianza del Presidente. Y no oculta su preocupación por la evolución de algunas variables claves como la inflación y la falta de la llegada de divisas prometidas.

"Fuimos ingenuos", fue la justificación del gobierno ante la falta de Inversiones

Un fragmento del artículo, advierte que "la falta de concreción de planes o de anuncios fuertes de inversión privada es, precisamente, la principal frustración del Gobierno. Es que ésa es la verdadera carta del equipo económico para mitigar la inflación sin enfriar la economía. La lluvia de dólares es la única esperanza del equipo económico para contrarrestar las políticas recesivas del Banco Central y reactivar la economía sin avivar aún más los precios. Pero la lluvia no llega, ni siquiera una garúa finita".

 En ese contexto es que los funcionarios de la Casa Rosada enmarcan la decisión de eliminar las retenciones a la minería. “Es el único sector que promete inversiones fuertes”, de todos modos se sabe, todas las fichas están puestas en el acuerdo con los holdouts.

El Gobierno deposita ahora todas sus posibilidades de estabilizar definitivamente el mercado cambiario sin avanzar en un ajuste mayor (que algunos dentro del propio Gobierno aconsejan) y financiar proyectos de obra pública que motoricen el crecimiento. Mientras eso ocurre, en  el gabinete económico reconocen que la “ingenuidad” respecto del boom de inversiones derivó en un problema de inflación mayor al que proyectaron en un principio.