El equipo sensación de los playoffs es sin dudas Oklahoma City Thunder, que tras barrer a San Antonio Spurs en la semifinales de la Conferencia Oeste de la NBA, lo tiene a maltraer al último campeón Golden State Warriors, superándolo en la serie final, que ahora está 3-1.

De la mano de Russell Westbrook, y con Stephen Curry completamente desaparecido, el Thunder bailó por momentos a un desconcertado Golden State, y le propició una derrota 118-94 que lo deja contra las cuerdas y a una derrota de quedarse afuera de la gran final de la NBA.

El local desplegó todo su repertorio en el Chesapeake Energy Arena, y dominó de principio a fin. Ejerció una fuerte defensa sobre las figuras rivales, y aprovechó lo errático que estuvo el último campeón, para ir ampliando la ventaja desde los primeros cuartos.

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Es que antes del descanso, hubo lapsos en donde Oklahoma llegó a estar 20 puntos arriba, y cerró la primera parte con 19 de diferencia. Más allá de la tibia respuesta del tercer cuarto, que fue para Golden State, el último período volvería a ser del anfitrión, que anuló por completo a su oponente.

Todas las luces apuntaron a Westbrook, que finalizó con números que asustan: 36 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias; aunque su ladero Kevin Durant también estuvo encendido, y se anotó con 26 tantos, 11 rebotes y 4 pases. El trío lo completó Serge Ibaka con 17 conquistas.

Por el lado de los Warriors, que por primera vez en la temporada perdieron dos partidos consecutivos, Klay Thompson cerró con 26 anotaciones, siendo lo mejor del equipo. Curry, lejos de su nivel, estuvo muy errático, y hasta fastidioso por momentos, y sólo consiguió anotar 19 tantos.

¿Y ahora? La acción vuelve a Oakland para el quinto encuentro, donde Golden State está obligado a ganar para descontar, mientras que el Thunder, que gana 3-1, podría consagrarse como campeón del Oeste y sellar el pasaje a la gran final de la NBA. Será el jueves, en el Oracle Arena.