Pep Guardiola, el entrenador español del City, se pegó un susto grande en las calles inseguras de Manchester. El DT salió a andar en su bicicleta y notó que lo seguían.

Dese otra bicicleta un hincha le pedías a gritos que frene para sacarse una selfie con él. Y Guardiola, que creyó que era un engaño, pedealeó más fuerte, pero luego se bajó y entregó su bicicleta porque supuso que el joven negro iba a robarle.

Pero no, solo quería una foto.