El lanzamiento de Alejandro Finocchiaro como la figura de Cambiemos para pelear el bastión histórico del peronismo en La Matanza tendría detrás un entramado poco conocido. El ministro de Educación es una figura muy cercana a Mauricio Macri y ese purismo le agrandaría la espalda para hablar de postulaciones mucho antes del armado de listas y frentes.

Sin embargo dentro de las filas amarillas saben de la buena relación entre funcionarios nacionales con el ex jefe comunal Fernando Espinoza y con la actual intendenta, Verónica Magario. La mano derecha de Alejandro Finocchiaro es el diputado nacional oriundo de La Matanza Hernán Berisso quién, en silencio, mantiene un contacto permanente con Espinoza y, por ende, con la gente de Magario.

La gobernadora María Eugenia Vidal había jugado una ficha al desdoblamiento de las elecciones y que esto le de un impulso para imponerse en el populoso distrito de La Matanza. Después de que esta opción quedó descartada, Vidal quedó desmoralizada e internamente sostienen que ya no ve con mucha fuerza pelear en este municipio.

Federico Salvai, mano derecha de Vidal, es prácticamente el único que aún tiene esperanza de robarles al peronismo la administración de la comuna más importante del país. Al costado de todo este entramado se encuentra Miguel Saredi, vicepresidente segundo del HCD de La Matanza y ex candidato a intendente por Cambiemos quién denuncia que, desde que Finocchiaro va a ser el candidato macrista, le están echando sistemáticamente gente de su riñón.

El edil sostiene que la orden desde Nación es “tienen que sacar a la gente de Saredi”. Son al menos ocho empleados públicos. Según informó: cinco que pertenecen al Estado en tu Barrio, uno que trabaja en la agencia Pami de Tapiales, y dos gerentes de la Anses de San Justo y Rafael Castillo. “Echan a toda mi gente por decir las cosas como son” sostiene Saredi.

"Cambiemos beneficia a Magario y a Espinoza perjudicando al único que enfrentaba seriamente las políticas de ellos" dice el concejal y advierte que “a nivel local, intenté que no subieran las tasas e impuestos en general, pero fui el único que votó en contra del aumento; hice esto porque cómo concejal, sólo puedo influir en lo municipal y en lo local”.