En septiembre de 2013, científicos del Instituto Politécnico Rensselear de la ciudad de Troy, en Nueva York, indicaban que el Curiosity había descubierto un 2 por ciento de agua contenida en la arena; no líquida, sino contenida en esa arena.

Ahora, un estudio publicado en la revista Nature revela que el vehículo marciano halló indicios de la presencia de perclorato de calcio en el suelo marciano, un tipo de sal altamente absorbente que hace descender el punto de congelamiento del agua, permitiendo que permanezca en estado líquido.

"Cuando cae la noche, parte del vapor de agua en la atmósfera se condensa en la superficie marciana como escarcha", indicó Morten Bo Madsen, coautor del trabajo publicado en la citada revista e investigador del Insituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague.

"Sin embargo, el perclorato de calcio es muy absorbente y al combinarse con el agua baja su punto de congelamiento y la escarcha puede volver a convertirse en líquido. El suelo es poroso, y lo que estamos observando es que el agua puede infiltrarse hacia abajo", agregó el científico.

En su recorrido por la superficie marciana, el Curiosity envió primeros planos del suelo que muestran lo que podrían ser sedimentos depositados en un pasado remoto por algún curso de agua; indicios de que hubo un lago en el cráter bautizado como Gale.