El pasado 14 de abril, la empresa espacial estadounidense SpaceX hizo la segunda prueba de aterrizaje del cohete Falcon 9, preparado para llevar tripulación a Marte, según pretenden sus diseñadores.

El problema, al parecer, no es despegar ni alcanzar el planeta rojo sino descender en él, porque en esta segunda prueba todo salió como en la primera: la nave terminó explotando cuando intentaba posarse sobre una plataforma ubicada en el mar.