Joan Gabriel Sazman, de 19 años, se encontraba en la cárcel de Paraná acusado de robo y tentativa de homicidio. El jueves pasado, alrededor de las seis de la mañana, su compañero de celda avisó el insólito episodio: Joan Gabriel había partido una bombilla y se la había tragado.

Cuando los guardias fueron informados, el joven fue trasladado de urgencia a la unidad de atención médica de la propia cárcel y de ahí al Hospital San Martín donde se le realizó una placa que detectó el elemento que había ingerido. La cirugía de extracción se practicó en horas de la tarde y se le extrajo la bombilla. El parte médico indica que su evolución es favorable y que podría volver a su lugar de detención en dos o tres días.

Según contaron las autoridades penitenciarias "este tipo de episodios son bastante comunes entre los internos".

Respecto a cómo continuará el interno, el director de la cárcel aseguró que "lo primero es atender la salud, reintegrarlo, indagar hasta determinar por qué tomó esa determinación y, en última instancia, se le podría imponer algún tipo de sanción disciplinaria, porque no se puede permitir que un interno atente contra su propia vida".