Los trabajadores se enteraron de la decisión de la imprenta de origen norteamericano que imprime revistas como Gente y Paparazzi, en la mañana del lunes, cuando pretendían tomar sus puestos de trabajo en la planta que se halla en el kilómetro 36,4 de la Panamericana, en la localidad de Garín.

Allí se toparon con una nota de la empresa pegada a la puerta de entrada, que decía: "Lamentamos profundamente tener que comunicarle que, afrontados a una crisis insuperable y habiendo considerado todas las alternativas viables, estamos cerrando nuestras operaciones en Argentina y solicitando la quiebra de la empresa".

Inmediatamente, el Ministerio de Trabajo de la provincia decretó la conciliación obligatoria y convocó a empresarios y trabajadores para la tarde del mismo lunes, con la finalidad de hallar una solución consensuada al problema. Pero la multinacional no concurrió a la convocatoria formulada desde La Plata.

Finalmente, los 400 trabajadores realizaron varias asambleas y, entre otras medidas, este martes decidieron ocupar la empresa a fin garantizar la continuidad de los puestos de trabajo.

"La comisión interna y los trabajadores de Donnelley resolvimos en asamblea general ingresar y ponerla a producir, para defender nuestra fuente de trabajo y el sustento de nuestras familias", indicó el delegado de personal Jorge Medina, quien ratificó la denuncia de un cierre "absolutamente ilegal".

En ese sentido, el representante gremial que los trabajadores "no permitirán ningún chantaje de la empresa" en caso de que decida retrotraer la decisión de cierre. "Vamos a exigir su reapertura en las mismas condiciones de trabajo y de salario y manteniendo todos los puestos. Si la patronal insiste en la quiebra, nosotros vamos a continuar produciendo", advirtió.