Según indicaron fuentes judiciales, el joven de 22 años se negó a declarar y a que le extrajeran sangre para el análisis de ADN, y por ello fue trasladado al Cuerpo Médico Forense para que se le tome la muestra hemática de manera compulsiva.

Lucas Ascona fue entregado por su propio padre en la comisaría de Quilmes, luego de que –según el progenitor– le confesara a su hermana haber cometido el crimen de la estudiante chilena Nicole Sessarego Borquez.

Según se sabe, su hermana lo reconoció en las imágenes que tomaron las cámaras de seguridad en la estación Castro Barros de la Línea A de subtes, en el barrio porteño de Almagro, donde ocurrió el homicidio.