Momentos desesperantes se viven en en el Barrio Comunitario Parque Esperanza del municipio de Juárez Celman, provincia de Córdoba, luego de que las autoridades locales ordenaron el desalojo de 120 familias que ocupaban un predio municipal ante la falta de respuestas a sus pedidos de solución habitacional.

Este viernes desde las 7 de la mañana, comenzó un violento operativo policial en conjunto con maquinaria de tierra como topadoras, obligando a la gente a abandonar sus precarias viviendas, incendiándolas y derribandolas.

La policía cortó los caminos de acceso al predio por lo que ni medios periodísticos ni otras orgnanizaciones solidarias pueden contener a las familias desahuciadas.

Según se ve en los testimonios que circulan en las redes sociales, las familias hacen responsable de todo lo que suceda a la intendenta de Juárez Celman Miryam Prunotto (UCR)y al Gobernador de Córdoba Juan Schiaretti.

Según reprodujo laizquierdadiario.com, el asentamiento tiene 4 años y a pesar de los continuos reclamos por terrenos para la construcción de vivienda, ni la provincia ni el municipio trabajaron por una solución, de hecho, ya los habían reprimido durante una protesta frente a la Legislatura cordobesa.

Cuatro años atrás el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) presentó un proyecto de expropiación, elaborado junto a los vecinos con el objetivo de otorgar utilidad pública a estos terrenos ociosos, y que de acuerdo a los propios vecinos, las autoridades tienen intereses inmobiliarios.

En su cuenta de Twitter, el legislador provincial y jefe del bloque Córdoba Podemos Martín Fresneda advirtió que “no se ofreció ninguna solución habitacional, por lo tanto cumpliré con el compromiso que asumimos de acompañar a los vecinos para intentar frenar esto”.