La línea de colectivos 60, que transporta más de 200 mil pasajeros entre la Ciudad y distritos de la zona norte del conurbano, sigue paralizada por quinto día consecutivo.

El conflicto se inició luego de que la empresa efectuara el despido de un chofer; como respuesta, se inició un "plan de lucha" que incluyó el no cobro del boleto a los usuarios durante la semana pasada.

Debido a ello y ante la insistencia de los choferes de continuar con ese plan de lucha, la empresa Monsa decidió no permitir que las unidades comenzaran a funcionar, medida que se inició el sábado pasado.

Así, los trabajadores hicieron el martes una presentación judicial pidiendo la "inmediata intervención de la justicia" ante "un lock out patronal" que afecta al servicio.