"No digamos más boludeces", repitió a los cronistas el ex director técnico de la Selección Nacional hasta el hartazgo, luego de pasar el festejo del domingo junto a su novia Rocío Oliva y a su hija Jana en la casa donde Don Diego y Doña Tota vivieron hasta sus últimos días. 

Pero también estuvo el pequeño Dieguito Fernando: su mamá, Verónica Ojeda, dejó en claro en las redes sociales mediante algunos retuits y "me gusta" que se siente una supermamá, una irónica manera de atacar a un padre ausente.

Entre las pocas y fáciles preguntas que le tiraron los periodistas al genio del fútbol, Diego se mostró complacido en contestar su felicidad por reencontrarse con su hijo más chico. Pero al momento de escuchar una inquietud sobre la polémica que envuelve a Diego Jr., el excapitán de la selección se brotó de ira.